Por: Manuel Sámano
El triunfo del Barcelona 3 goles por 1 sobre el Arsenal en el partidos de vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League ha provocado una gran polémica en muchas personas alrededor del mundo. Por un lado están quienes idolatran de forma fanática a Lionel Messi y al equipo blaugrana, llegando a señalar que estamos ante el mejor equipo de la historia del futbol. Otros más mesurados dicen que es el gran favorito para llevarse el título del mejor torneo contintental europeo y que su boleto para la final lo tienen prácticamente asegurado.
Mientras que para muchos aficionados al Real Madrid (rival histórico del Barcelona) y para los seguidores del Arsenal, lo que sucedió en el Camp Nou fue un robo orquestado por el árbitro del partido Massimo Bussacca por diversas fallas que cometió a lo largo de los 90 minutos y que en términos generales inclinaron la balanza de sus decisiones en favor del conjunto catalán. El entrenador de los Gunners Arsene Wenger señaló lo mismo.
Pero para hacer un análisis objetivo de lo que fue la victoria del Barsa, se deben de dejar de lado todos los favoritismos, fanatismos que tienen un alto grado de parcialidad a favor o en contra del cuadro culé e impiden ver las cosas tal como son en realidad.
En primer lugar el planteamiento del equipo inglés no fue el más adecuado. Salir a defenderse ante el cuadro que mejor toca el balón es prácticamente un suicidio. Es cierto que en ocasiones cuando tu estilo es defensivo y no tienes los jugadores aptos para salir a atacar, la vía más fácil para destruir el juego del Barcelona es cerrar espacios, encerrarte en tu propia mitad de campo y atacar a través de contragolpes o de jugadas a balón parado (es decir tiros libres o corners). Para muestra de lo anterior basta mencionar que así fue el Inter de Milán a ganar la eliminatoria como visitante en las semifinales de la temporada pasada y aunque hubo una cascada de críticas hacia su entrenador Jose Mourinho, lo importante es ganar, él lo hizo y mientras no haya antifutbol uno puede elegir la forma más conveniente para llegar a la victoria, ya sea de forma ofensiva o defensiva. Sin embargo el problema en el Arsenal fue que este equipo no está diseñado para defender; al contrario es un equipo completamente ofensivo que aprovecha su juventud y la filosofía de Arsene Wenger para atacar a sus rivales, manteniendo la posesión del balón el mayor tiempo posible.
El cuadro catalán se veía muy dominante y el gol parecía un trámite que en cualquier momento iba a cumplirse. El primer punto a favor del Barsa parecía ser la lesión del portero polaco Szcsesny que salió lesionado de un dedo de su mano izquierda y fue sustituído por el español Manuel Almunia que tuvo una actuación destacada. Sin embargo la primera jugada polémica se dio en el área grande del cuadro inglés donde Lionel Messi pidió una falta dentro del área pero el árbitro no la concedió porque a pesar de haber contacto, el pie del defensa estaba clavado en el césped y el argentino exageró en la caída. Sin embargo, la espera se alargó y el equipo inglés parecía tomar cada vez más confianza, hasta que una distracción en tiempo de compensación de su capitán Cesc Fábregas, provocó que el Barcelona robara el esférico en campo rival y Lionel Messi anotara el 1-0 que caería como balde de agua fría sobre las esperanzas del Arsenal. Pero el segundo tiempo traería una jugada por la banda izquierda del francés Samir Nasri provocaría un corner que remataría magistralmente como delantero Sergio Busquets. Lo malo es que se equivocó de portería y el marcador se empataba al minuto 53. Parecía que el fantasma de la eliminación se apoderaba del Camp Nou.
Desgraciadamente hubo dos decisiones arbitrales que incidieron directamente en el resultado. En primer lugar fue exagerada la expulsión de Robin Van Persie apenas tres minutos después por una jugada donde se señala fuera de lugar y el delantero dispara a gol. Con una amarilla que venía arrastrando de la primera parte, Busacca le saca la segunda amonestación y lo expulsa en algo que me pareció completamente rigorista porque el holandés disparó entre uno y dos segundos después de recibir el balón. No intentó ni engañar ni retrasar la reanudación del juego, simplemente disparó por instinto y con un estadio con casi 100 mil espectadores es normal que los silbatazos se pierdan entre el ruido de la gente. Pero Van Persie recibió la tarjeta roja y dejó al Arsenal con 10 jugadores con más de media hora por jugar, una ventaja que el Barcelona supo aprovechar con paciencia, buen juego y tres minutos donde se combinaron su excelente juego de conjunto para el 2-1 obra de Xavi Hernández y otra decisión equivocada del árbitro Busacca para el 3-1 ya que el penalty del francés Koscielny sobre Pedro no debió ser marcado porque no hubo falta de por medio, el delantero simplemente se dejó caer.
El equipo londinense todavía tendría una última opción en una jugada relampagueante entre André Arshavin y Nicklas Bentdner que entraron de cambio cuando faltaban menos de 15 minutos, pero el delantero danés falló al recibir el balón y se confirmó el pase de los catalanes a cuartos de final.
En términos generales el Barcelona mereció la victoria pero el Arsenal tuvo sus opciones de acuerdo al plan de juego que llevó a España y de no haberse quedado con un hombre menos quizá el resultado final habría sido diferente.
En el otro encuentro del martes, la Roma confirmó su eliminación al perder 3-0 en el Donbass Arena de Ucrania, algo que ya estaba previsto después de perder en casa 3-2 ante el Shakhtar Donetsk en el partido de ida. Decepcionante actuación de la mayor parte del conjunto giallorosso sobre todo de su capitán Daniele De Rossi que le propinó un codazo que el árbitro no vio a Darjo Srna, capitán del Shakhtar, haciendo recordar la agresión similar que hizo sobre Brian Mc Bride en el Mundial de Alemania 2006 con la selección italiana. Hubo un momento del encuentro donde parecía abrirse la puerta a una hipotética reacción de la Roma pero el penalty fallado por Marco Borriello puso el último clavo en el ataúd de los visitantes.
Vincenzo Montella es un técnico joven que fue campeón como jugador en la Roma en 2001 y aprenderá de esta fallida eliminatoria para buscar en la Serie A de Italia el cuarto puesto que representa el último boleto para jugar la próxima temporada de la UEFA Champions League. Por su parte el Shakhtar tiene todo para ser el caballo negro este año en la Champions: tiene jugadores que no son súper estrellas pero que poseen un alto nivel competitivo y su invicto de más de 2 años como local en competencias europeas pueden ser la llave para superar a cualquier rival de los que quedarán vivos, incluyendo al favorito Barcelona.
Para el miércoles hay dos duelos:
Schalke 04 vs Valencia (Ida: 1-1)
Tras una complicada temporada en la Bundesliga alemana, el Schalke tiene sus esperanzas en la Copa de Alemania de la cual ya es finalista y en la Champions donde tienen una ligera ventaja sobre el Valencia por el gol de visitante que anotaron en Mestalla. Siempre es importante tener a un goleador del calibre de Raúl y podría convertirse en el talismán del triunfo para el cuadro celeste.
Pronóstico: Schalke gana por 2 goles y avanza.
Tottenham vs Milan (Ida: 1-0)
Aunque el "goleador" Gennaro Gattuso está suspendido (hizo el gol de la victoria sobre la Juventus el fin de semana en la Serie A), el cuadro rossonero tiene las herramientas suficientes para darle la vuelta al resultado en contra frente al Tottenham en Londres pero para ello deberá salir al ataque desde el primer minuto y su constelación de figuras como Robinho, Pato y Zlatan Ibrahimovic tienen que dar un partido extraordinario.
Pronóstico: Gana el Milan 2-1 y avanza.
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